miércoles, 4 de agosto de 2010

Equilibrio

No puedo vivir sin espacio para hacer lo que me gusta. Pasé unos días entre familiares, y los pasé de lo mejor. Sin embargo, a ratos me encontraba deseando unos minutos de silencio, de soledad que me permitieran escribir, meditar, pensar, leer o simplemente ser o estar.

La sensación de estar rodeada de gente todo el tiempo me asfixia. Anoche al llegar a casa, sentí la paz que se siente al entrar en un santuario. Me sentí feliz y sumamente tranquila, rodeada de mis cosas, mi cama, mis libros. No hay nada más placentero que disponer del silencio necesario para estar en contacto conmigo misma y poner mi mundo en orden.

La compañía es una forma de evasión, deseada o involuntaria. El reto para mí siempre ha sido encontrar ese perfecto equilibro entre la soledad y la compañía. No me ha sido fácil lograrlo. Casi siempre pareciera que tengo que sacrificar una en pro de la otra. ¿Es acaso tan demencial lo que quiero?

6 comentarios:

  1. Hola Benjamín, estás desparecido. El otro día te mandé un mensaje, y parece que los duendes te lo robaron, lol.
    ¿Estás en RD todavía o ya volviste?

    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. No se a donde me escribes... estoy en NY hace un mes, pero casi me voy si me dejan... tengo nueva direccion villabega@hotmail.com y mi blog www.villabega.blogspot.com Escríbeme tenemos cosas que contar...

    ResponderEliminar
  3. Sonia,

    Cómo te comprendo; tus palabras me van como anillo al dedo. Cuando estaba soltera, lo que más amaba era la tranquilidad de mi apartamento, su silencio y la paz que sentía en él. A veces, cierro los ojos y me imagino otra vez allí... si tan sólo pudiera, por un momento, volver a sentir esa paz, la felicidad que encontraba en mi soledad. Pero como dices, para tener una debes sacrificar la otra. Yo cambié mi soledad por una casa donde siempre, por alguna razón u otra, hay gente. A veces quiero salir corriendo pero es la vida que he elegido, vida que igual me ofrece satisfacciones aunque de otro tipo.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Me imagino la incomodidad que sentirias. Estas acostumbrada a estar contigo misma. Todo está donde lo dejaste. Todo lo que pase en el apartamento es porque lo provocaste.
    Pareciera fascinante, pero mi preferencia es vivir con mi familia. Hablar con mis hijos y dormir abrazado a mi esposa. Aunque a veces desearía estar solo...pero nada es completo en este mundo, Sonia Tejeda

    ResponderEliminar
  5. Nah! no es nada demencial.. me pasa igual. Últimamente me pasó eso cuando mi papá se vino de visita y se quedó conmigo cerca de dos semanas... al principio sentía que estaba siendo egoísta, que no me gustaba compartir, luego me sentí como que estaba exagerando... en fin, mi papá hizo todo lo posible por pasar desapercibido cuando yo necesitaba mi espacio... pero igual nada se compara con hacer lo que uno quiera, cuando y como uno quiera.

    Son anhelos muy humanos, creo yo (o eso espero =P).

    saluos!!

    ResponderEliminar